MIS NIÑOS

domingo, 20 de marzo de 2011

EDUCANDO A UN NIÑO

Recuerda que un niño es un regalo de Dios. La más rica de las bendiciones. No trates de amoldarlo a imagen tuya o de tu padre, de tu hermano o tu vecino. Cada niño es individual y tiene que permitírsele ser el mismo.

  • No aplastes el espíritu de tu hijo cuando el falla. Y nunca lo compares con otros que lo hayan sobrepasado.
  • Recuerde que el enojo y la hostilidad son emociones naturales. Ayuda a tu hijo a encontrar una salida social aceptable para estos sentimientos normales o estos volverán hacia dentro y explotarán en forma de enfermedad física o mental.
  • Disciplina a tu hijo de una manera justa y razonable. No dejes que TU enojo te saque de quicio. Si el sabe que tú eres justo, no perderás su respeto y amor. Porque aún el niño mas joven tiene un sentido muy agudo de justicia.
  •   Recuerda que cada niño necesita DOS padres presentes en un frente unido. Nunca te alies con tu hijo en contra de tu esposo. Esto crea en tu hijo (como también en ti) conflictos emocionales y sentimientos de culpabilidad, confusión, e inseguridad.
  • · No le des a tu hijo todo lo que su pequeño corazón pide. Permítele conocer la emoción de ganárselo y la alegría de conseguirlo. Concédele la más grande de todas las satisfacciones, el placer que viene con e logro personal.
  • No te pongas como lo máximo de la perfección. Es un rol muy difícil de jugar 24 horas al día. Tú te darás cuenta que es más fácil la comunicación con tu hijo si le dejas saber, que mamá y papá también pueden cometer errores.
  • No le amenaces cuando estés enojado o le hagas promesas imposibles cuando estés generoso. Hazle advertencias o promesas sólo cuando tú las puedes cumplir. Para un niño, la palabra del padre significa todo. El niño que ha perdido la fe en los padres tiene dificultad de volver a creer en ninguna cosa.

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